Los Fiordos del Este: una de las regiones menos visitadas y más atractivas de Islandia:
Algunas partes de Islandia se han convertido en destinos de viaje cada vez más populares. El país tiene un gran número de monumentos naturales impresionantes que atraen la atención de turistas de todo el mundo. Muchos de ellos se han vuelto bastante icónicos y conocidos, mientras que otros permanecen casi ocultos. Pero eso no quiere decir que estos últimos no sean interesantes. Al contrario, hay auténticas joyas que están esperando a que las descubras.
En esta categoría hemos de mencionar los Fiordos del Este de Islandia, que se extienden a lo largo del este de la isla. A grandes rasgos, se trata de una costa accidentada con profundas entradas del mar, montañas elevadas y pueblos de pescadores con mucho encanto. Esta región destaca por su ambiente tranquilo. Es un lugar en el que los viajeros pueden descubrir paisajes vírgenes sin las aglomeraciones que se producen en sitios más famosos. Es una zona fantástica para hacer un viaje por carretera en una camper, aquí se siente de verdad la conexión con la naturaleza, parando en lugares excepcionales. Desde cascadas imponentes a bosques centenarios, esta área mezcla belleza natural con un toque de historia nacional. Además, la región cuenta con un alto número de campings en los que pasar la noche.
Información clave
- Los Fiordos Orientales son parte de Islandia Oriental, o Austurland, una de las ocho regiones que componen Islandia.
- Es un área con muy poca población, que se concentra principalmente en los coloridos pueblos de la costa.
- Es una región muy montañosa y tiene varias estaciones de esquí.
Los Fiordos del Este
Islandia Oriental, o Austurland, su nombre oficial en islandés, es una de las ocho regiones oficiales del país. Mucha gente suele llamar Fiordos del Este a toda la región, ya que es su rasgo más significativo. No obstante, los fiordos son solo la parte costera de la región, desde el pueblo de Djúpivogur, en el sur, hasta Borgarfjörður Eystri, en el norte.
En este artículo vamos a hablar de lugares que se encuentran por toda la región, no solo pegados a la costa, pero que están bastante cerca de los fiordos en sí. Esta región tiene una extensión de 22.000 kilómetros cuadrados con una población de tan solo 13.000 habitantes, lo que la convierte en una de las partes menos pobladas y visitadas de Islandia. Los fiordos son el resultado de la acción de los glaciares hace miles de años, lo que dio lugar a una serie de bahías estrechas rodeadas de montañas que se elevan por encima de los 1.000 metros.
El paisaje de la región es muy diverso, con playas de arena negra, extensas praderas, bosques de abedules y mesetas de mucha elevación, con el océano Atlántico siempre presente. Las carreteras serpentean por este accidentado paisaje y algunas rutas son excepcionalmente hermosas, lo que hace de ella una región fantástica para realizar un viaje por carretera. Lo que suele atraer a los viajeros a esta zona es la sensación de soledad a la par que su buena accesibilidad. Es un sitio en el que se puede conducir durante horas casi sin cruzarte con nadie, parando solo porque has visto una manada de renos o te has encontrado, de repente, con una cascada impresionante.
Historia
Históricamente, los Fiordos Orientales han sido una parte muy activa del país. En el siglo IX, cuando los primeros colonos llegaron a la isla, muchos se establecieron en aldeas pesqueras en esta zona, que es la parte de Islandia más cercana a Escandinavia, de donde procedían. Y algunos de estos pueblos aún siguen habitados. Lugares como Seyðisfjörður y Eskifjörður se convirtieron, a principios del siglo XX, en puertos importantes para la pesca del arenque y aún se pueden contemplar las coloridas casas de madera y los museos marítimos que se construyeron en esa época. La región está, además, fuertemente enraizada en la cultura del país. Por ejemplo, hay leyendas que hablan de que en el lago Lagarfljót habita Lagarfljótsormur, una criatura parecida al monstruo del lago Ness, en Escocia. Los primeros “avistamientos” datan del siglo XIV, lo que le da un toque de misterio a las tranquilas aguas del lago.
Folklore
También existen multitud de leyendas acerca de troles y elfos, como en muchos otros sitios de Islandia. Los espectaculares paisajes han encendido la imaginación de distintas generaciones. A pesar de su ubicación y escasa población, los Fiordos del Este tienen una vida cultural muy activa, con exposiciones de artistas locales, la iniciativa de slow life en Djúpivogur y una visión, en auge, de turismo sostenible. Es una región en la que parece no pasar el tiempo, lo que da opción a los viajeros a conectar con el lado más tranquilo de Islandia.
Qué ver en los Fiordos Orientales
Los Fiordos Orientales tienen una enorme variedad de paisajes y ecosistemas distintos. Hay mucho que ver y todo está bien conectado por carretera, por lo que es un sitio genial para crear un itinerario para un viaje en camper. Si dispones de tres o cuatro días, podrás verlo casi todo, pero un par de días pueden ser suficientes para ver un buen trozo de esta parte del país.
Cascadas Hengifoss y Litlanesfoss
A pocos minutos en coche de Egilsstaðir, la capital de la región, se llega al sendero que conduce a Hengifoss, la tercera cascada más alta de Islandia. Tiene una altura de 128 metros y está rodeada de columnas de basalto, creando una imagen impactante. Son unos 2,5 kilómetros desde el aparcamiento y se tardan unos 45 minutos en llegar, atravesando un valle verde. El camino a Hengifoss pasa por Litlanesfoss, otra cascada preciosa rodeada de formaciones hexagonales de basalto. El sendero tiene cierta dificultad, pero las vistas son incomparables.
Seyðisfjörður
El nombre puede parecer algo difícil de pronunciar, pero Seyðisfjörður es de los pueblos más agradables de los Fiordos Orientales. Tiene casas de madera de distintos colores que trepan por las colinas que se elevan desde el puerto. Hay una iglesia de color azul que resalta frente al verde de las laderas y hay varios murales creados por artistas de la zona.
Fardagafoss
Para llegar a esta cascada hay que desviarse ligeramente de la carretera que une Egilsstaðir y Seyðisfjörður. Desde el aparcamiento son 30 minutos a pie hasta llegar a Fardagafoss, una catarata que cae sobre un acantilado lleno de musgo dentro de un cañón bastante estrecho. No es una cascada especialmente alta, con sus 25 metros, pero es bastante pintoresca y es una estupenda parada que hacer si vas por esa carretera, lo cual es bastante probable. Es un sitio muy conocido entre los vecinos de la zona para hacer picnic, ya que el sendero es bastante fácil de recorrer.
Lagarfljót
Este largo y estrecho lago tiene una longitud de 25 kilómetros con una profundidad de hasta 90 metros. Está en un enclave precioso, con montañas a un lado y un bosque llamado Hallormsstaðaskógur al otro. Es, por cierto, el bosque más grande de Islandia. Además de su belleza, este lugar es famoso por la leyenda de Lagarfljótsormur. Se dice que hay una enorme criatura con forma de serpiente que vive en las profundidades del lago. Mucha gente, sobre todo en el pasado, dice haberla visto. Aunque es bastante improbable que veas a la criatura, es un lugar muy bonito y hay varios campings alrededor.
Hallormsstaðaskógur
Si vas a visitar el lago, alarga un poco más tu estancia y descubre Hallormsstaðaskógur, que, como acabamos de decir, es el bosque más extenso de Islandia. Cubre 740 hectáreas de abedules, pinos y otras coníferas junto a la orilla sur del Lagarfljót. No hay muchos bosques en Islandia y este nació de manera artificial como parte de un plan para frenar la erosión. Hay varios senderos que se adentran en el bosque. Si vienes en otoño, vas a alucinar, ya que los colores cambiantes de la vegetación son un auténtico espectáculo. Está a tiro de piedra de la Ring Road, por lo que es muy fácil parar a verlo.
Vestrahorn
Justo a las afueras de Höfn, Vestrahorn es una de las montañas más fotografiadas de Islandia. Coge el camino señalizado hacia Stokksnes y encontrarás una preciosa playa de arena negra con hierba creciendo sobre ella y, al fondo, majestuosas montañas.
Isla de Papey
Esta pequeña isla frente a la costa de Djúpivogur es uno de los mejores sitios de Islandia para ver aves, sobre todo si estás interesado en ver frailecillos. Solo se puede llegar a la isla de Papey en barco, que tarda unos 30 minutos desde Djúpivogur. Estuvo habitada en el pasado, pero ya no. Tiene un viejo faro, una iglesia (la más pequeña de Islandia) y los restos de una granja. La mejor época para ir es en verano, que es cuando las aves (frailecillos, araos y alcas) van a la isla a anidar en los acantilados. Las vistas de los Fiordos Orientales desde la isla son estupendas.
Borgarfjörður Eystri
Borgarfjörður Eystri es otro sitio donde puedes acercarte y ver de cerca a los frailecillos islandeses. El mirador es uno de los mejores de Islandia, con una parte interior para mantenerte calentito en días con mucho viento.
Si quieres hacer excursiones, este también es uno de los mejores lugares para hacer base. Caminar por la península visitando las bahías abandonadas es un plan que aporta mucha paz y hay múltiples senderos. Si quieres algo más largo, puedes intentar la caminata de 3 días hasta Seyðisfjörður.
Baños de Vök
Un viaje a Islandia no puede considerarse completo sin una visita a unos baños termales, que es algo que también se puede hacer en los Fiordos Orientales. Los baños de Vök tienen piscinas construidas directamente dentro del lago Urriðavatn, creando un conjunto que es difícil de hallar en otros balnearios. Las piscinas están calentadas de manera natural con agua de arroyos termales, a una temperatura de entre 38 y 40 °C. Así se puede disfrutar de una experiencia agradable aunque la temperatura en el exterior no sea muy apetecible.
Están abiertos todo el año y tienen vistas geniales del lago y las montañas. Como esta región recibe menos turistas que otras, no es tan conocido como otros balnearios más famosos del país, como pueden ser el Blue Lagoon o el Sky Lagoon, por lo que se puede desconectar tranquilamente tras un día explorando la región.
Djúpivogur
Situado en el fiordo más al sur de la región, Djúpivogur es un pueblo muy agradable conocido por su conexión con el arte. Su elemento más famoso es una exposición al aire libre llamada "Eggin í Gleðivík”, del escultor Sigurður Guðmundsson. Es una serie de huevos de granito que representan a las distintas especies de la región. También hay varias tiendas de artesanía que venden lana y joyería.
Es la única ciudad de Islandia que promueve el movimiento lento (slow movement), una iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con un enfoque más pausado y consciente en su rutina diaria. Desde el puerto sale el ferry que lleva a la isla de Papey.
Colección de piedras de Petra
En Stöðvarfjörður podemos encontrar una de las exposiciones más singulares de Islandia. Si te gusta la geología, esto te va a encantar. Una vecina del pueblo llamada Petra Sveinsdóttir coleccionó, a lo largo de su vida, más de 2.000 rocas, minerales y fósiles de playas y montañas de la región. Su casa se convirtió en museo, con muestras de cuarzo, conchas antiguas e, incluso, un “diente de trol”. Cada elemento tiene notas personales de Petra. Ella murió en 2012, pero su espíritu continúa presente en la exhibición.
Qué hacer en los Fiordos del Este
Además de sus monumentos naturales, los Fiordos Orientales ofrecen un buen número de actividades al aire libre que encajan perfectamente con un viaje en furgoneta.
Senderismo
Hay cientos de rutas en los Fiordos Orientales, desde caminos sencillos en Hallormsstaðaskógur hasta itinerarios de varios días como la red de Víknaslóðir, que lleva a fiordos más remotos y granjas abandonadas. Uno de los más espectaculares es Stórurð, una zona de rocas gigantescas, estanques preciosos y valles verdes. O puedes ir a Seyðisfjörður para un híbrido de cultura y naturaleza. En esta región hay todo tipo de terrenos, desde paseos por la costa a ascensos por las montañas. El verano tiene las mejores condiciones: tiempo suave y cerca de 20 horas diarias de luz natural.
Deportes de invierno
Los inviernos son difíciles en Islandia. Son largos y fríos, los días son cortos y viajar puede ser complicado. Por otro lado, abre oportunidades estupendas para esquiar y hay varios lugares estupendos para ello en los Fiordos Orientales. Cerca de la ciudad de Eskifjörður está Oddsskarð, una de las mejores estaciones de esquí de Islandia. Tiene pistas muy buenas, rutas de esquí de fondo y vistas geniales de los fiordos. Si no te interesa el esquí ni el snowboard, puedes probar a hacer senderismo con raquetas de nieve en el bosque de Hallormsstaðaskógur.
Vida salvaje
Mucha gente viene a Islandia con la esperanza de ver algunos de los animales que habitan en la isla. Si ese es tu caso, en los Fiordos Orientales se pueden ver tres de los más buscados. De hecho, Islandia Oriental tiene la mayor colonia de renos de todo el país. Este animal se introdujo desde Noruega en el siglo XVIII. Al principio estaban domesticados, pero ahora pastan en libertad cerca de la costa en verano o en áreas montañosas en invierno.
Entre mayo y agosto, los Fiordos Orientales reciben la llegada de miles de frailecillos. Estos graciosos animales van a sitios como Borgarfjörður Eystri o la isla de Papey a anidar. Tare prismáticos para verlos desde lejos y no molestarlos. El tercer animal de la lista es la foca, a la que se puede observar descansando sobre las rocas en los fiordos. Sus momentos de más actividad son al amanecer y al atardecer.
Dónde están los Fiordos del Este y cómo llegar
Los Fiordos Orientales se encuentran en la costa oriental de Islandia. Es el extremo este del país, pero es bastante accesible y es fácil llegar. La Ring Road (Ruta 1), la carretera más importante de Islandia, cruza la región de norte a sur. Si vienes desde Reikiavik, solo hay que coger la Ring Road hacia el este. Es un trayecto largo, unos 670 kilómetros hasta Egilsstaðir, la capital de la región, y se tarda entre ocho y nueve horas sin parar. Pero si vas a hacer un itinerario por el país, puede que quieras parar una o dos veces por el camino y descubrir otras partes.
La Ring Road está asfaltada y, en general, en muy buenas condiciones, así como las carreteras secundarias de la región. Algunas son de grava, que requieren conducir con cuidado. Entre octubre y marzo, el tiempo puede obligar al cierre de varias carreteras y a retrasos considerables, así que mira el estado de las carreteras todos los días para evitar contratiempos. Es importante saber que no hay muchas gasolineras ni supermercados fuera de las ciudades, así que planifica de antemano para hacer las paradas que vayas a necesitar.
Dónde dormir en los Fiordos del Este
Si tienes pensado quedarte varias noches en los Fiordos orientales, te alegrará saber que hay muchísimos sitios donde quedarse con la camper. Recuerda que la acampada libre está prohibida en toda Islandia, así que cíñete a las zonas habilitadas para ello. Aquí tienes unas cuantas opciones muy buenas, pero hay muchas más.
Camping Fossardalur
Abierto todo el año. Situado dentro de un valle, Fossardalur es un camping y una casa de huéspedes. La zona de acampada es bastante grande, con parcelas para tiendas y cámperes. Tiene aseos, duchas, electricidad, wifi gratis, lavadora, secadora y un edificio de buen tamaño para cocinar y comer.
Camping de Reyðarfjörður
Abierto del 1 de junio al 31 de agosto. Ubicado a las afueras del pueblo del mismo nombre, junto a la orilla de un estanque, este establecimiento cuenta con aseos, duchas, electricidad, lavadora y secadora, bancos y mesas. Hay una gasolinera y un supermercado muy cerca. Si no te apetece cocinar, puedes probar la comida de la región en uno de los restaurantes de Reyðarfjörður. Es bastante tranquilo, pero está muy cerca de muchos servicios.
Camping Hallormsstaður
Abierto del 20 de mayo al 30 de septiembre. Si buscas un enclave inmejorable, este es tu sitio. Este camping está dentro del bosque de Hallormsstaðaskógur y pegado a la orilla del lago Lagarfljót. Es un establecimiento familiar con aseos, duchas, electricidad, zona de barbacoa, mesas al aire libre y zona de juegos para niños. Muchos de los senderos que se adentran en el bosque parten del camping. Si lo prefieres, puedes pernoctar en el Hotel Hallormsstaður, un hotel nuevo con 100 habitaciones y un restaurante.
Camping de Egilsstaðir
Abierto todo el año. La capital de la región, Egilsstaðir, tiene su propio camping. Dispone de aseos, duchas, wifi gratis, lavadora y secadora, electricidad y zona de juegos para niños. Está muy cerca de varios supermercados y otros servicios, por lo que es una buena base para explorar la región.
Camping de Seyðisfjörður
Abierto del 1 de mayo al 30 de septiembre. Cerca del centro de Seyðisfjörður, este sitio tiene parcelas divididas en distintas zonas. Tiene aseos, duchas, electricidad, lavadora y secadora, wifi gratis, cocina compartida y zona para comer. También tiene bicicletas para alquilar.
Hótel Framtíð
Abierto todo el año. Situado en el centro de Djúpivogur, es un establecimiento algo diferente a los otros y tiene varias opciones de alojamiento. Cuenta con un hotel con habitaciones cómodas, dos albergues con habitaciones y baños compartidos, apartamentos y cabañas que se pueden alquilar y “cabañas-barril”, con capacidad para tres personas. Está muy cerca del puerto del pueblo y de un supermercado, por lo que es buena referencia para conocer el sur de la región.
Las estaciones en los Fiordos del Este
En primavera (abril y mayo), la nieve empieza a derretirse y la vegetación vuelve a la vida tras el largo invierno. La temperatura media se mueve entre 0 y 10 °C. Las carreteras se van despejando de nieve, pero aún pueden producirse algunos cortes. La lluvia y el viento son habituales y los senderos suelen tener barro y ser resbaladizos. No hay demasiados turistas, así que puedes disfrutar de la región casi para ti solo.
Verano (de junio a agosto) es temporada alta. El clima es suave, con temperaturas entre 10 y 15 °C y máximas ocasionales de hasta 20 °C. Los días son muy largos, casi no se hace de noche a finales de junio, lo que da mucho tiempo para explorar cada rincón de esta región. En esta estación, los frailecillos vienen a los fiordos a anidar. Aunque el tiempo es más o menos estable, puede llover de repente o la temperatura bajar en cuestión de minutos.
En otoño (septiembre y octubre), los bosques se vuelven de tonos dorados y rojos, dándole un aspecto genial. La temperatura baja de manera gradual, moviéndose entre 0 y 8 °C, y los días son cada vez más cortos. Aumentan las probabilidades de lluvia y viento. Por otro lado, es la estación en que, si la noche es clara, se puede ver la aurora boreal.
El invierno (de noviembre a marzo) tiene sus pros y sus contras. El clima es algo duro, con temperaturas entre -5 y 5 °C y días cortos. Todo está cubierto de nieve y viajar puede ser complicado. No obstante, los paisajes lucen preciosos bajo la nieve y es la época para practicar esquí y snowboard.
Consejos de viaje
- Conduce con cuidado en las estrechas carreteras de los fiordos y cede el paso si es necesario.
- Mira con regularidad el pronóstico del tiempo, ya que pueden llegar tormentas que provoquen cierre de carreteras.
- Compra comida en superficies grandes como Bonus en Egilsstaðir y otras ciudades. Las tiendas pequeñas suelen ser más caras.
- No te salgas de los caminos para proteger el medio ambiente.
- Alquila una camper 4x4 si quieres adentrarte por carreteras secundarias o vas a venir en invierno.
- Llena el depósito cuando tengas oportunidad. Hay pocas gasolineras y están lejos unas de otras.
- Informa a otros de tus itinerarios de senderismo, ya que algunos caminos están algo aislados si necesitas ayuda.
- Ve sin prisa y disfruta del ritmo tranquilo de los Fiordos Orientales. Merece la pena saborear cada momento.
Conclusión
Hay sitios que son auténticas joyas y que no mucha gente visita o ni siquiera ha oído hablar de ellos. Es el caso de los Fiordos Orientales, una de las regiones más infravaloradas de Islandia. Sin embargo, hacer un viaje por carretera por esta parte de Islandia puede ser una de las mejores experiencias de viaje de tu vida. Con la preparación adecuada, podrás disfrutar de una aventura sin igual.