Cascada Skógafoss: Guía completa para viajeros
La costa sur de Islandia esconde una joya que te dejará con la boca abierta – Skógafoss. Y no, no es solo una cascada cualquiera; es toda una experiencia para los sentidos. Imagínate el rugido del agua golpeando contra las rocas, la brisa fresca en tu cara y, si tienes un poco de suerte, arcoíris bailando en medio de la niebla. Es de esos lugares que te hacen parar en seco y quedarte mirando como hipnotizado.
Información clave
- Skógafoss tiene una caída de 60 metros y 25 metros de ancho, lo que la convierte en una de las cascadas más impresionantes de Islandia
- La encontrarás a unos 149-156 km de Reikiavik en la costa sur, justo al ladito de la Ring Road
- Los días de sol, la cascada crea unos arcoíris espectaculares en su niebla
- Una subida de 527 escalones (sí, los contaron todos) te regala unas vistas increíbles desde arriba
- Según cuentan los lugareños, un vikingo llamado Þrasi escondió un tesoro detrás de la cascada allá por el año 900
- Ahora mismo puedes aparcar gratis, pero a partir de septiembre de 2025 te costará entre 750-1000 ISK
- En verano está todo verde y precioso, mientras que en invierno se convierte en un paisaje helado de cuento
- Llévate ropa impermeable – te vas a mojar sí o sí, incluso desde lejos
- Desde arriba de la cascada arranca el famoso sendero de Fimmvörðuháls
¿Qué es exactamente Skógafoss?
Skógafoss es el punto donde el río Skógá se lanza en caída libre unos 60 metros (197 pies) desde un antiguo acantilado marino, formando una impresionante cortina de agua. El nombre viene de "skógur" (bosque) y "foss" (cascada), recordándonos los bosques que antes cubrían toda esta zona.
Lo que hace que Skógafoss sea tan especial es su forma rectangular perfecta y que mantiene su caudal durante todo el año. Mientras otras cascadas islandesas se reducen a un hilito o se congelan por completo en invierno, Skógafoss sigue rugiendo con toda su fuerza en cualquier estación.
Cómo se formó y curiosidades
El río Skógá, que nace del famoso glaciar-volcán Eyjafjallajökull (sí, ese trabalenguas imposible de pronunciar), fue esculpiendo Skógafoss durante la última edad de hielo. La mayoría de la gente ni se imagina que está donde antes estaba el océano – los acantilados detrás de la cascada formaban la antigua línea costera antes de que el mar retrocediera unos 5 kilómetros.
Algunos datos curiosos sobre Skógafoss:
- Cae exactamente 60 metros (197 pies) y tiene 25 metros (82 pies) de ancho
- La cascada levanta tanta niebla que crea arcoíris en los días soleados
- En verano, un montón de aves marinas, sobre todo fulmares, anidan en los acantilados cercanos
- Según la leyenda, un tal Þrasi Þórólfsson, uno de los primeros vikingos en llegar, escondió un cofre lleno de oro detrás de la cascada allá por el año 900
- La historia cuenta que unos lugareños encontraron el cofre, pero solo pudieron agarrar un anillo antes de que desapareciera de nuevo
- Puedes ver este supuesto anillo del tesoro en el Museo de Skógar, que está al lado
- Si eres fan del cine, quizás reconozcas Skógafoss de "Thor: El Mundo Oscuro" y "La Vida Secreta de Walter Mitty"
- Aunque su nombre significa "cascada del bosque", la zona ha perdido casi todos sus árboles con el paso de los siglos
¿Por qué merece la pena visitarla?
Skógafoss no es una cascada más del montón – es de esas experiencias que se te quedan grabadas. He viajado bastante y te puedo asegurar que es una de las cosas más flipantes que he visto en mi vida. Una fuerza bruta de la naturaleza que te deja con la boca abierta.
Lo que la hace especial es lo accesible lo poderosa que es. Está justo al lado de la Ring Road, super cerca de la carretera, así que llegar es pan comido. Esto significa que puedes ver una de las maravillas más impresionantes de Islandia con solo caminar 5 minutos desde el aparcamiento – perfecto si andas justo de tiempo o no te apetece caminar mucho. Con Skógafoss el efecto "wow" es inmediato nada más salir del coche
Además, puedes acercarte lo suficiente para sentir la bruma y escuchar el estruendo del agua – algo que nunca se va a apreciar en las fotos.
La forma rectangular perfecta de la cascada queda genial desde cualquier ángulo, ¿y esos arcoíris que suelen aparecer en la niebla? Una pasada. Da igual si lo tuyo es la fotografía, la naturaleza, o simplemente quieres ver la Islandia auténtica en estado puro, Skógafoss no decepciona.
Dónde está, cómo llegar y dónde aparcar
Skógafoss está en la costa sur de Islandia, entre los pueblos de Hvolsvöllr y Vík, a unos 155 kilómetros de Reikiavik. Está en el diminuto pueblo de Skógar, así que es fácil de localizar.
En coche
La manera más cómoda de llegar a Skógafoss es alquilando una furgoneta (o un coche), porque te permite visitar la cascada y otros puntos de la costa sur a tu ritmo. El viaje desde Reikiavik dura unas 2 horas y 10 minutos, aunque la mayoría de la gente lo incluye como parte de una ruta más grande por la Ring Road.
- Sigue la Ring Road (Ruta 1) hacia el este desde Reikiavik
- Pasa por Selfoss y Hella
- Después de pasar la cascada Seljalandsfoss, sigue unos 30 minutos más
- Estate atento a los carteles de Skógar/Skógafoss a tu derecha
En autobús
Hay autobuses públicos entre Reikiavik y Skógar, aunque son menos prácticos que ir en coche:
- El Strætó (autobús público) funciona todos los días en verano, pero en invierno el servicio es limitado
- El viaje dura unas 3 horas
- Comprueba los horarios con antelación en straeto.is
Muchas empresas turísticas ofrecen tours guiados por la Costa Sur que incluyen paradas en Skógafoss y otros sitios famosos como Seljalandsfoss o la playa de Reynisfjara
Aparcamiento
Por ahora, aparcar en Skógafoss es gratis, pero a partir de septiembre de 2025 costará entre 750-1000 ISK (unos 5-7 euros). Otros detalles importantes:
- Han ampliado el aparcamiento y lo han alejado un pelín de la cascada
- No te dejan pasar la noche en el aparcamiento principal
- Hay baños disponibles pagando una pequeña cantidad
Desde el aparcamiento, solo tienes que caminar 2-3 minutos hasta la base de la cascada, lo que convierte a Skógafoss en una de las cascadas principales más accesibles de Islandia.
La mejor época para visitarla
Skógafoss tiene su encanto en cualquier estación, pero elegir bien cuándo ir puede ser clave para tu experiencia (según lo que busques).
Verano (junio-agosto)
El verano es temporada alta por buenos motivos:
- La cascada lleva más agua por el deshielo de los glaciares
- El verde de las plantas alrededor hace que el agua blanca resalte aún más
- Las largas horas de luz (casi 24 horas en junio) te permiten visitarla al atardecer con menos gente
- El tiempo es más suave, normalmente entre 10-15°C
- Todos los senderos, incluido el de Fimmvörðuháls, están completamente abiertos
El verano es ideal si quieres hacer senderismo o explorar a fondo, pero ve concienciado para encontrar más turistas, sobre todo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando llegan los autobuses de tours.
Otoño (septiembre-octubre)
El otoño ofrece un buen equilibrio:
- Menos gente que en verano
- El paisaje se tiñe de dorados y rojos
- Todavía hay bastantes horas de luz para explorar
- El caudal sigue siendo potente
- Posibilidad de ver auroras boreales tempranas si las noches están despejadas
Invierno (noviembre-marzo)
El invierno transforma Skógafoss en algo mágico:
- A menudo aparecen preciosas formaciones de hielo por la zona
- Posibilidad de ver auroras boreales cerca de la cascada en noches despejadas
- Muchísimos menos visitantes
- A diferencia de otras cascadas islandesas, Skógafoss no se congela del todo
- La escalera hasta arriba puede estar cerrada si hay hielo
- Los días son más cortos (4-6 horas en diciembre), así que hay que planificar bien la visita
Primavera (abril-mayo)
La primavera trae nueva vida a Skógafoss:
- Aumenta el caudal de agua con el deshielo
- Menos turistas que en verano
- Precios más bajos en los alojamientos cercanos
- El paisaje empieza a verdear de nuevo
- El tiempo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, con alguna nevada ocasional todavía posible
La mejor hora del día para ir
Para sacarle el máximo partido, ten en cuenta estos consejos:
- A primera hora (antes de las 9) o al final de la tarde (después de las 6) hay más tranquilidad y menos grupos de turistas
- El sol del mediodía (de 11 a 2) crea las mejores condiciones para fotografiar arcoíris
- Visitarla durante el atardecer en verano da una luz mágica sobre la cascada
Qué ponerte
El tiempo en Islandia es un poco bipolar, y además Skógafoss crea su propio microclima con toda esa niebla. Por si fuera poco, la fuerza de la cascada te va a mojar incluso cuando no estés muy cerca.
Ropa imprescindible
- Chaqueta y pantalones impermeables: Esto no es negociable. La niebla viaja lejos, y acabarás mojado.
- Calzado resistente y que no resbale: El suelo alrededor de la cascada se pone resbaladizo por la humedad y el barro. Lo mejor son botas de montaña con buen agarre, sobre todo para subir las escaleras.
- Capas: Incluso en verano, la temperatura cambia en un pispás. Lleva una primera capa que absorba bien la humedad, encima una capa cálida y por último la capa impermeable exterior.
- Ropa de secado rápido: Si piensas acercarte mucho, cualquier cosa que no sea impermeable acabará empapada.
Extras según la temporada
- Verano: Añade un gorro para protegerte del sol, gafas de sol y capas más ligeras que puedas quitarte si hace calor.
- Invierno: Suma capas térmicas, un gorro calentito, guantes impermeables y una bufanda. Los crampones o pinchos para hielo vienen genial si quieres subir las escaleras en invierno.
- Primavera/Otoño: Ve preparado para todo con capas extra que puedas poner o quitar según haga falta.
Para fotógrafos
- Lleva un paño para limpiar el objetivo – se va a empañar seguro
- Considera una funda impermeable para la cámara
- Un filtro UV protegerá tu objetivo de los daños del agua
- Un filtro polarizador hace que los colores del arcoíris resalten más si quieres capturar ese efecto.
Qué meter en tu mochila
- Una toallita pequeña para secarte después del chapuzón de niebla
- Un par extra de calcetines (tener los pies mojados puede fastidiarte el día)
- Funda impermeable para el móvil o una bolsita de plástico para proteger los aparatos electrónicos
- Botella de agua y algo para picar, sobre todo si piensas subir hasta arriba o seguir más allá
Mucha gente no se da cuenta de lo mojada que va a acabar. Incluso si no tienes pensado acercarte mucho, el viento puede cambiar de repente y mandar la niebla mucho más lejos de lo que esperas. Es mejor pasarse de precavido que quedarte empapado el resto de tu viaje por la costa sur.
Qué hacer en Skógafoss
Skógafoss es mucho más que una simple parada para hacer fotos. Aquí tienes algunas ideas para exprimir tu visita:
Experimenta su fuerza en la base
Estar en la base de la cascada te pone cara a cara con la fuerza bruta de la naturaleza. El ruido atronador y la niebla crean una experiencia que te impacta con todos los sentidos. Ver Skógafoss desde el río te da una perspectiva única. La zona es plana y con grava, así que es fácil para cualquiera, y en días soleados, puedes pillar esos famosos arcoíris.
Súbete los 527 escalones
Para una vista diferente, coge la escalera que hay a la derecha de la cascada. La subida dura entre 10 y 30 minutos, dependiendo de tu ritmo y de cuántas paradas hagas para fotos. Arriba, una plataforma te regala vistas panorámicas de la cascada, el río Skógá y, si el día está despejado, hasta la costa. Las vistas desde ahí te hacen entender lo enormes que son Skógafoss y el paisaje de alrededor.
Caza el arcoíris
Skógafoss es famosa por crear arcoíris vibrantes en su niebla, sobre todo en días soleados. La mejor luz para fotos con arcoíris es desde media mañana hasta primera hora de la tarde. Prueba diferentes distancias para conseguir distintos tipos de fotos. Acuérdate de proteger tu cámara de la humedad y considera usar un filtro para que los colores del arcoíris resalten más.
Empieza la ruta de Fimmvörðuháls
Para los más aventureros, la cima de Skógafoss es el punto de partida del sendero Fimmvörðuháls. Esta ruta de 22-25 kilómetros pasa entre dos glaciares (Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull), 26 cascadas más pequeñas, paisajes volcánicos y vistas de infarto. El recorrido completo lleva 10-12 horas y necesitas ir bien preparado, pero incluso haciendo solo los primeros kilómetros ya te llevas unas vistas espectaculares.
Explora el sendero del río
El camino que sigue el río Skógá, tanto por debajo como por encima de la cascada, ofrece preciosas oportunidades para pasear. Por debajo, siguiendo la orilla del río consigues ángulos únicos de Skógafoss sin las multitudes. Por encima (después de subir las escaleras), el sendero junto al río te descubre una serie de cascadas más pequeñas pero preciosas que la mayoría de visitantes ni ven.
Observación de aves
Los acantilados alrededor de Skógafoss son el hogar de aves marinas como los fulmares, sobre todo durante el verano. Llévate unos prismáticos para verlas anidar y volar por encima de la cascada.
Busca el tesoro
Date un momento para imaginar la leyenda del cofre del tesoro escondido de Þrasi. Aunque seguramente no encontrarás oro detrás de la cascada, conectar con este pedacito de la mitología islandesa hace que la visita sea aún más interesante.
Qué hacer en los alrededores
La zona alrededor de Skógafoss está repleta de lugares que combinan perfectamente con tu visita a la cascada. Estas son las mejores actividades cercanas, todas a un bastante cerquita en coche:
Cascada Kvernufoss
A solo 20 minutos andando desde Skógafoss (pasando por el aparcamiento del Museo de Skógar), esta joya escondida te ofrece una experiencia más tranquila. En verano puedes caminar por detrás de esta cascada, consiguiendo una vista única sin las multitudes de Skógafoss. Para llegar tienes que hacer una pequeña caminata por un desfiladero, lo que le añade un toque de aventura.
Museo de Skógar
A un par de minutos de Skógafoss, este museo de folclore te muestra la historia islandesa con auténticas casas de turba, objetos antiguos y exposiciones sobre la vida tradicional. Aquí guardan el anillo supuestamente rescatado del cofre del tesoro de Þrasi que cuenta la leyenda de Skógafoss, y te da contexto cultural a toda la belleza natural de la zona.
Playa de arena negra de Reynisfjara
A unos 30 minutos en coche hacia el este, encontrarás la playa negra más famosa de Islandia, con impresionantes columnas de basalto y olas super potentes. El contraste entre la arena negra y la espuma blanca es el sueño de cualquier fotógrafo. Ojo con las "olas traidoras" que pueden ser muy peligrosas – nunca le des la espalda al océano aquí.
Promontorio de Dyrhólaey
También a unos 25 minutos hacia el este, esta península rocosa te regala unas vistas alucinantes de la costa y sus playas de arena negra, un enorme arco de piedra en el mar y, en verano, frailecillos anidando.
Glaciar Sólheimajökull
A solo 15 minutos al este de Skógafoss, esta lengua glaciar sale del casquete de hielo Mýrdalsjökull. Puedes apuntarte a una caminata guiada por el glaciar o un tour de cuevas de hielo (en invierno) para verlo de cerca. Te va a encantar. Los guías te dan todo el equipo necesario y consejos de seguridad.
Piscina Seljavallalaug
Escondida en un valle entre montañas a unos 15 minutos al oeste de Skógafoss, esta es una de las piscinas más antiguas de Islandia. La construyeron en 1923 y se calienta de forma natural con energía geotérmica, así que puedes darte un baño rodeado de montañas. Hay que hacer una caminata preciosa de 20 minutos para llegar.
Vík i Myrdal
Este encantador pueblo costero, a 30 minutos al este, tiene varios sitios para comer, alojamientos y tiendas para comprar lo que necesites. Es un buen lugar para hacer una parada y reponer fuerzas mientras sigues explorando la costa sur. La iglesia con tejado rojo en lo alto del pueblo es una postal clásica de Islandia.
Cascada Seljalandsfoss
A unos 30 minutos al oeste de Skógafoss, esta cascada única te permite caminar por detrás para tener una experiencia de 360 grados. Por las noches durante el verano la iluminan, creando un ambiente mágico si te quedas por la zona.
Campings cerca de Skógafoss
Si quieres aprovechar al máximo tu tiempo en Skógafoss o ahorrar en alojamiento, acampar cerca es una opción genial. Esto es lo que necesitas saber:
Camping de Skógar
Esta es, sin duda, la opción más cómoda, a solo 200 metros de la propia Skógafoss. Estarás acampando justo al lado de la cascada, bajo el glaciar Eyjafjallajökull, en el pueblo de Skógar, junto a la Ring Road. Está tan cerca que puedes escuchar y a veces incluso ver la cascada desde tu tienda, lo que hace que la experiencia sea inolvidable.
Eso sí, las instalaciones son básicas y no siempre están muy limpias. Hay baños por los que hay que pagar y duchas calientes que también son de pago. También tienen una cocina exterior básica normalmente solo con agua fría, suministro de agua para beber y cocinar, y setos para protegerte del viento. La electricidad está limitada a la cabaña de instalaciones, así que no cuentes con cargar tus cacharros todo el día.
En cuanto al precio, son unos 2.200 ISK por noche (alrededor de 16 euros) y está abierto todo el año. El camping va bien para tiendas, furgonetas y caravanas. No hace falta reservar porque suele haber espacio de sobra, pero si tienes dudas puedes llamar al +354 863 8064.
La gran ventaja del Camping de Skógar es obviamente su ubicación - tienes acceso directo a Skógafoss y estás al lado del Museo de Skógar y los senderos. La pega son las instalaciones básicas y no siempre limpias, y que puede estar hasta arriba en los meses de verano. El acceso a electricidad también es limitado, así que ve preparado.
Otras opciones para acampar
Si el Camping de Skógar está lleno o buscas más comodidades, hay otras buenas opciones cerca. El Camping de Vík está a 34 km al este (unos 30 minutos en coche) y tiene mejores instalaciones, incluyendo electricidad. Está cerca de la playa de Reynisfjara y tiene la ventaja de estar junto al pueblo de Vík con sus restaurantes y tiendas. El precio es parecido al de Skógar, unos 2.100 ISK por noche.
Otra opción es el Camping de Seljavellir, cerca de Seljalandsfoss, a unos 30 km al oeste (25 minutos en coche). Este camping ofrece un ambiente más tranquilo y buen acceso a la Piscina de Seljavallalaug. Es perfecto para los que prefieren algo más relajado lejos de las multitudes que suele atraer Skógafoss.
Ojo, no está permitido quedarse a pasar la noche en el aparcamiento principal. Usa los campings designados.
Recuerda respetar el entorno quedándote en las zonas marcadas y no conduciendo sobre la hierba. Como el camping está tan cerca de Skógafoss, puedes visitar fácilmente la cascada en diferentes momentos del día, pillando tanto la tranquilidad de la mañana temprano como la luz de la tarde sin tener que pelearte por un sitio para aparcar.
Conclusión
Skógafoss encarna la esencia de la naturaleza salvaje de Islandia. No es una cascada más – es una experiencia que impacta todos tus sentidos y se te queda grabada. Como dijo un visitante, "Es sin duda mi cascada favorita de Islandia" – todo un halago en un país lleno hasta arriba de cascadas impresionantes.