una foto de larga exposición de un acantilado con vista al océano.
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Alejandro

Acantilados, frailecillos y un arco de roca: Dyrhólaey

En el sur de Islandia, el mar y la tierra se unen para generar algunos de los paisajes más bonitos del país. Esta región es una de las más visitadas de Islandia y con razón. Hay un gran número de cascadas, glaciares gigantescos, interminables playas de arena negra, sitios históricos y una variada vida salvaje. Y, en ciertos lugares, muchos de estos elementos se combinan para crear vistas únicas.

Uno de esos sitios es Dyrhólaey, un promontorio que se eleva sobre el mar y donde se pueden observar frailecillos en grandes cantidades. Un destino que muchos viajeros pasan por alto, pero que deberías tener en el radar dentro de tu viaje en cámper por este hermoso país nórdico.

Información clave

  • Dyrhólaey es un promontorio rocoso situado en la costa sur de Islandia.
  • Tiene unas vistas espectaculares del mar y del paisaje alrededor, como la célebre playa de Reynisfjara.
  • Dyrhólaey es uno de los mejores lugares de Islandia para ver frailecillos.

¿Qué es Dyrhólaey?

Dyrhólaey, que significa “isla de la puerta de la colina”, es un promontorio espectacular en la costa sur de Islandia. Es conocido principalmente por su icónico arco de roca, sus enormes acantilados y una rica vida salvaje. Hay un faro en la cima que es un punto de referencia muy importante para la navegación marítima por esta parte del océano Atlántico Norte. Los acantilados alcanzan hasta los 120 metros de altura y las vistas del mar cortan la respiración.

Frente al promontorio se encuentra el arco de Dyrhólaey, una enorme formación rocosa esculpida por la acción incesante de las olas y el viento a través de los siglos. Es, con diferencia, una de las visiones más icónicas de Islandia. Los acantilados no son solo preciosos, sino que además impresionan bastante. Y no solo eso. Además, están llenos de vida, especialmente entre mayo y agosto. En los meses de verano, el frailecillo atlántico llega para anidar en los acantilados y laderas cubiertas de hierba. Se les puede ver caminando, con sus picos coloridos, o volando por el cielo para después lanzarse en picado a atrapar peces. Pero no es la única especie que se puede ver aquí. Hay muchas más, como el fulmar boreal o varios tipos de gaviotas.

Abajo, Reynisfjara se extiende hacia el este. Esta playa es una de las más famosas y fotografiadas de Islandia. Es el ejemplo perfecto de las playas negras de origen volcánico que hay en la isla. Reynisfjara está rodeada de columnas hexagonales de basalto, con los imponentes farallones de Reynisdrangar elevándose desde el mar. Estas formaciones rocosas son espectaculares a la vista, pero tienen además su parte de leyenda. Las historias de la zona cuentan que se trata de troles que fueron convertidos en piedra por el sol.

La playa de Reynisfjara es un lugar genial para dar un paseo y contemplar la enorme belleza que la rodea. Pero hay que ir con mucho cuidado. Las mareas y las olas son muy fuertes. Las conocidas como olas furtivas de Reynisfjara aparecen de repente y pueden ser muy peligrosas, así que mantén una distancia prudencial con la orilla.

un gran arco de roca en el mar al atardecer

Dónde está Dyrhólaey y cómo llegar

Como ya hemos mencionado, Dyrhólaey está en la costa meridional de Islandia, a unos 174 kilómetros al sureste de Reikiavik. La ciudad más cercana es Vík í Mýrdal, una de las localidades más importantes de la región sur.

Si vienes desde la capital, el itinerario es bastante fácil de seguir. Empieza tomando la famosa Ring Road, cuyo nombre oficial es Ruta 1 (Hringvegur en islandés), hacia el este, pasando por Hveragerði, Selfoss, y Hella. Tras 170 kilómetros, justo tras pasar la señal que marca el desvío a la aldea de Skeiðflöt, verás una señal a la derecha que indica Dyrhólaey y Ruta 218. Esta carretera estrecha está, en su mayor parte, asfaltada, pero es de grava en el último tramo. La carretera se divide en dos, llevando a dos zonas de aparcamiento. La parte inferior, cerca de los acantilados, para ver Reynisfjara y el arco de roca de cerca. La superior lleva al faro, con vistas panorámicas del conjunto.

El camino hacia arriba es bastante empinado en algunos tramos, así que conduce con cuidado, sobre todo si llevas una cámper con tracción a dos ruedas, y evítalo si llueve o hace mucho viento. En la época de anidación del frailecillo (de mayo a mediados de junio), puede restringirse el acceso entre las 18:00 y las 09:00 horas para proteger el ecosistema, así que planifica tu visita en consecuencia.

Dónde quedarse cerca de Dyrhólaey

No hay zonas de acampada o sitios en los que quedarse a dormir con la cámper en Dyrhólaey. Por suerte, hay varias opciones a poca distancia en coche donde se puede pasar la noche. Recuerda que la acampada libre está prohibida en Islandia. No se puede aparcar donde a uno le apetezca y dormir dentro del vehículo. Aquí te dejamos seis estupendas opciones.

Camping de Vík

Distancia: A 18 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, duchas, electricidad y zona de juegos para niños. Abierto: Mayo a octubre.

Vík i Mýrdal es una de las poblaciones más importantes del sur de Islandia y, buenas noticias, tiene su propio camping, a muy pocos minutos de Dyrhólaey. El camping tiene todo lo básico para una estancia en cámper. Además, está muy cerca del centro del pueblo, que tiene una tienda de alimentación, restaurantes y muy fácil acceso a la playa de Reynisfjara. Vík es una opción muy buena para usar como base desde la que explorar la costa sur.

tiendas de campaña de colores con una verde pradera con una playa al fondo

Camping Skógar

Distancia: A 25 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, duchas, electricidad, zona de acampada de césped y restaurante. Abierto: Todo el año.

Situado junto a la majestuosa cascada de Skógafoss, este camping combina instalaciones sencillas con un entorno natural impresionante. Se puede acampar en tiendas, cámperes o caravanas todo el año. No es necesario reservar.

tiendas de campañas al lado de una potente cascada

Camping de Þakgil

Distancia: A 36 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, agua fría, pozos para hogueras y zona para comer dentro de una cueva. Abierto: Junio a septiembre.

Este lugar es totalmente natural y salvaje. Þakgil es un valle alejado de la civilización rodeado de barrancos cubiertos de musgo y colinas verdes. Y tiene su propio camping. La carretera de acceso es accidentada y requiere usar una cámper 4x4, pero la recompensa es una experiencia fantástica en un enclave único, con senderos que llevan a cascadas y cañones. No esperes nada lujoso del camping, pero tiene todo lo básico.

un camping escondido en un valle verde

Volcano Huts Þórsmörk

Distancia: A 80 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, duchas, electricidad, restaurante y bar. Abierto: Todo el año.

Ubicado en el precioso valle de Þórsmörk, este establecimiento es un paraíso para amantes de la naturaleza, rodeado de glaciares y rutas de senderismo. El trayecto incluye carreteras F, por lo que es necesario llevar una cámper 4x4, sobre todo si vienes fuera del verano. Hay distintas opciones de alojamiento: acampar en tienda o en cámper, cabañas de montaña, habitaciones privadas, cobertizos y glamping.

cabañas de madera de color verde a los pies de unas colinas

Camping Básar

Distancia: A 81 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, duchas, cabañas. Abierto: Junio a septiembre.

También en Þórsmörk, Básar ofrece una experiencia de acampada más sencilla, con instalaciones básicas en un emplazamiento natural impresionante. Es genial para senderistas, ya que está cerca de rutas que llevan a glaciares y desiertos volcánicos. Es obligatorio ir con una cámper 4x4, ya que la carretera de acceso es bastante irregular. Es una opción más económica que su vecina, para los que prioricen el entorno más que las instalaciones.

Hvolsvöllur

Distancia: A 72 km de Dyrhólaey. Instalaciones: Aseos, duchas, electricidad, wifi, zona de juegos para niños y piscina. Abierto: Mayo a septiembre.

Este camping moderno junto a la ring Road, a las afueras del pueblo de Hvolsvöllur, es una base práctica desde la que explorar la región. Su cercanía a tiendas y restaurantes hace que sea una opción fiable para viajeros en cámper.

No es necesario reservar en la mayoría de los campings, pero hacerlo a través de la app Parka en temporada alta (julio y agosto) es altamente recomendable. La tarjeta de campings de Islandia, válida para los campings de Vík y Hvolsvöllur, es una inversión rentable si vas a quedarte en varios establecimientos distintos.

El clima en Dyrhólaey

Si hay algo que caracteriza al clima de Islandia es que es impredecible y cambia muy rápidamente. El sur del país no es tan frío como el norte o las Tierras Altas del centro, pero hace más viento y llueve más. La ubicación de Dyrhólaey, en la costa, añade una capa adicional de variabilidad.

Primavera (abril y mayo)

La temperatura suele estar entre 0 y 5°C, con lluvia frecuente y vientos entre moderados y fuertes. Empieza la temporada de anidación de los frailecillos, por lo que el acceso a ciertas áreas puede estar restringido. Las horas de luz se van alargando cada semana, dando más tiempo para explorar. Por el contrario, el terreno suele estar mojado y los senderos, llenos de barro. Lleva capas de ropa adicionales para bajadas repentinas de la temperatura.

Verano (junio a agosto)

La estación más cálida, con altas de entre 10 y 15°C. A finales de junio, el sol casi no se pone. Sigue siendo normal que llueva, pero no tanto como en primavera, mezclado con intervalos de sol. Es la estación con más turistas, por lo que es importante reservar con antelación o llegar temprano a los campings para no quedarse sin sitio.

Otoño (septiembre y octubre)

Las temperaturas se mueven entre 2 y 8°C, con días cada vez más cortos y un paisaje en proceso de cambio. Suele haber tormentas y vientos fuertes y las primeras nevadas pueden llegar a finales de octubre.

Invierno (noviembre a marzo)

Duro y frío, con temperaturas que van de -5 a 2°C y apenas entre tres y cinco horas de luz natural. Las condiciones en la carretera pueden ser complicadas, ya que el hielo y la nieve pueden dificultar la circulación o hacerla incluso imposible. De hecho, muchas carreteras permanecen cerradas, especialmente las carreteras F. Es casi obligatorio llevar una cámper 4x4. Muchos campings también están cerrados.

Cómo vestirse para ir a Dyrhólaey

Como acabamos de ver, el tiempo en Dyrhólaey puede ser un poco complicado, pero no hay nada que no pueda solventarse con una buena preparación.

  • Chaqueta y pantalones impermeables. Esenciales para la lluvia y la bruma del mar, sobre todo cerca de los acantilados.
  • Capas aislantes. La mejor manera de lidiar con las condiciones tan cambiantes es vestir con capas. Una capa base térmica, polar o lana para la capa intermedia y chaqueta impermeable encima.
  • Botas de senderismo. Impermeables y con buen agarre para los senderos resbaladizos y con rocas.
  • Gorro y guantes. Incluso en verano, la temperatura puede bajar de repente y las noches pueden ser frías. Completamente necesarios en invierno.
  • Gafas de sol y crema solar. Los días soleados del verano o el reflejo del sol en la nieve en invierno pueden ser perjudiciales para la piel y los ojos.
  • Ropa de secado rápido. Ideal para estar cómodo en condiciones húmedas.

Lleva siempre una muda a mano en la cámper. Tener también un par de zapatos cómodos si los otros se mojan o para conducir puede hacer que el viaje de vuelta al camping sea mucho más agradable.

Qué ver y hacer cerca de Dyrhólaey

La costa sur está llena de lugares impresionantes para visitar. Una de las mejores maneras de visitar Dyrhólaey es crear un itinerario por la región e incluirlo como parada.

Vík í Mýrdal

Este pintoresco pueblo costero es un lugar muy agradable que va más allá de ser una parada práctica. Tiene unas playas de arena negra preciosas, además de Reynisfjara, desde las que se ven los farallones de Reynisdrangar. La iglesia de Vikurkirkja, en la cima de una colina, ofrece unas estupendas vistas panorámicas. Ve a establecimientos locales como Smiðjan Brugghús para probar cerveza artesanal o a las tiendas de lana para llevarte souvenirs islandeses auténticos. Aprovecha la oportunidad para llenar el depósito en la estación de servicio.

un pueblo costero con hierba verde y flores moradas y el mar al fondo

Accidente aéreo de Sólheimasandur

En 1973, un avión DC-3 de la marina estadounidense se estrelló en Sólheimasandur por falta de combustible. Afortunadamente, los miembros de la tripulación sobrevivieron, pero la aeronave se quedó ahí y se ha convertido en un destino cada vez más popular. El contraste entre los restos, de color blanco, con la arena negra es bastante impresionante. Hay que caminar un poco, no obstante. Es un trayecto de ida y vuelta de 7 kilómetros desde el aparcamiento y se tarda entre hora y media y dos horas en verlo todo. Trae agua, buen calzado y evita subirte al avión para mantenerlo tal y como está

los restos de un avión en una playa de arena negra

Þakgil

Oculto en un valle verde, Þakgil parece un pasaje secreto lejos de los monumentos más visitados de la costa sur. Se trata de un valle muy estrecho rodeado de barrancos cubiertos de musgo verde que protegen de los fuertes vientos que suelen azotar la región. Lo más llamativo es el contraste de colores y texturas. Hay multitud de rutas de senderismo que atraviesan cañones y llevan a distintos miradores, con vistas a desiertos volcánicos y laderas verdes. Solo se puede ir en los meses de verano.

un estrecho valle con un río en medio

Campo de lava de Eldhraun

Esta enorme extensión de lava solidificada cubierta de musgo se siente como estar en otro planeta. Se formó durante la catastrófica erupción de Laki de 1783-1784, que modificó la orografía del sur de Islandia. Incluso llegó a alterar el clima de varias regiones del planeta. Hoy en día, es un lugar tranquilo con una amplia red de senderos para verlo todo. Recuerda que está prohibido pisar el musgo, ya que puede dañarse y tardar décadas en recuperarse.

un campo de lava cubierto de musgo verde

Kvernufoss

Hay varias cascadas en el sur de Islandia y algunas, como Seljalandsfoss y Skógafoss, son muy famosas. Sin embargo, hay un puñado de ellas que no son tan conocidas pero que son igual de atractivas. Una de ellas es Kvernufoss, una caída de 30 metros en una garganta estrecha. Puedes dejar la camper en el aparcamiento del museo Skógar y recorrer el camino, corto y fácil, que lleva a la cascada.

un hombre detrás de una fina cascada

Consejos de viaje

  • Respeta las horas de cierre. Entre principios de mayo y mediados de junio, partes de Dyrhólaey se cierran al público entre las 18:00 y las 09:00 para proteger los nidos de frailecillos. Planifica tu visita en otras horas para tener libertad de movimiento.
  • Conduce con cuidado. La carretera de grava que lleva al faro es bastante empinada y puede ser muy difícil de recorrer en una cámper convencional. Si llueve o hace mucho viento, quédate en la parte inferior para evitar daños.
  • Camping. En verano, muchos campings se llenan rápidamente. Aunque no es estrictamente necesario reservar con antelación, es aconsejable en algunos establecimientos. Si no, trata de llegar temprano.
  • Protege el medio ambiente. No te salgas de los caminos marcados para ayudar a conservar el frágil ecosistema de Dyrhólaey. No molestes a los frailecillos ni te acerques demasiado a ellos.
  • Llena el depósito. Hay pocas gasolineras fuera de pueblos y ciudades. Planifica la ruta teniendo en cuenta dónde están las estaciones de servicio para no quedarte sin combustible.
  • Usa mapas sin conexión. Puede haber poca cobertura en ciertas zonas, así que descarga mapas para usar sin conexión o trae uno de toda la vida en papel.
cuatro puffins en un acantilado de Dyrhólaey

Conclusión

Hay ciertas partes de Islandia que hacen que uno conecte de manera especial con el país. Y Dyrhólaey es una de ellas. Aquí encontrarás varios de los elementos que hacen que la gente viaje tan al norte. Hay playas de arena negra, vistas increíbles y unos paisajes alucinantes, con acantilados y, cómo no, frailecillos. Es un lugar lejos de la civilización, pero bien conectado en caso de que necesites cualquier cosa. Y hay, además, varios campings cerca donde pasar la noche.