un río fluye a través de un valle rodeado de montañas.
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Alejandro

Aislada, impresionante y única: la reserva natural de Fjallabak

Hay ciertas partes de Islandia que parecen irreales. Bueno, en realidad, el país al completo es una sucesión de elementos excepcionales que han sido esculpidos por las fuerzas de la Tierra. Por ello, muchos viajeros vienen hasta Islandia a descubrir lugares que no se pueden hallar en ningún otro sitio. Porque aquí, volcanes, glaciares, ríos y placas tectónicas se han combinado para crear paisajes que son únicos. Ejemplos perfectos de cómo de poderosas son estas fuerzas naturales. Y, en algunas partes del país, han pintado un cuadro virgen y salvaje, alejado de la influencia humana.

Nos referimos a las Tierras Altas centrales de Islandia, un territorio enorme que apenas ha sido alterado por el hombre, donde la naturaleza se siente al máximo. Esta zona remota es de difícil acceso y no lo pone fácil a los turistas, pero es absolutamente impresionante. Y allí, hay un lugar que concentra como ningún otro lo mejor que hay en esta región. Bienvenido a la reserva natural de Fjallabak, un territorio salvaje lleno de paisajes espectaculares. Esta área protegida en la parte sur del interior del país alberga coloridas montañas de riolita, arroyos termales y enormes campos de lava, todo creado por erupciones volcánicas durante miles de años. Visitar esta zona es de las mejores aventuras que se pueden disfrutar en Islandia, pero es necesario planificar bien la visita. Ven con nosotros a descubrir sus secretos.

Información clave

  • La reserva natural de Fjallabak es un área protegida en la parte sur de las Tierras Altas de Islandia.
  • Es un paraíso para senderistas, ya que cuenta con una extensa red de caminos.
  • Dentro de la reserva está Hekla, el volcán más activo de Islandia.

¿Qué es la reserva natural de Fjallabak?

La reserva natural de Fjallabak, situada en el sur de las Tierras Altas de Islandia, es un área protegida desde 1979 con 47.000 hectáreas de paisajes volcánicos, campos de lava, lagos y actividad geotérmica. Alberga volcanes como Torfajökull y Hekla, además de montañas de riolita con colores únicos. Solo se puede visitar entre junio y septiembre, accediendo en vehículo todoterreno por las carreteras F.

En el centro de Islandia, hay un territorio enorme conocido como las Tierras Altas. Es un área gigantesca sin habitar, llena de montañas. Esta parte del país está un tanto aislada y es difícil llegar a ella, pero tiene unos paisajes que dejan con la boca abierta. En la zona más al sur de esta región se encuentra la reserva natural de Fjallabak, un área protegida desde 1979. Esta parte de Islandia es conocida por sus paisajes volcánicos y elementos termales.

El nombre Fjallabak se puede traducir como “tras las montañas” o “espalda de las montañas”, lo que indica su ubicación interior, lejos de las regiones costeras, más accesibles. Esta reserva tiene una extensión de 47.000 hectáreas de territorio montañoso que ha sido esculpido por glaciares, volcanes y ríos, y una altitud media elevada, con las partes más bajas a 500 metros sobre el nivel del mar. Aquí se puede encontrar una mezcla de campos de lava de color negro, llanuras de arena y lagos. Toda la zona tiene una fuerte actividad geotérmica que ha dado lugar a varios arroyos termales y depósitos minerales que alteran el color de las rocas.

La historia de la reserva está muy estrechamente relacionada con el pasado y presente de los volcanes de Islandia. En el centro de la reserva se eleva el volcán Torfajökull, la mayor zona de riolita del país. Allí, los minerales han creado un tapiz de colores, con montañas de tonos rojos, amarillos, verdes e, incluso, azules. Las primeras erupciones en esta parte son de hace millones de años, siendo la más reciente del siglo XV, que dio lugar a cráteres como Ljótipollur.

Pero esto no es solo cosa del pasado. La reserva natural de Fjallabak alberga el volcán Hekla, uno de los más activos del país. Su erupción más reciente data del año 2000. En la Edad Media se lo conocía como “Puerta del Infierno” debido a sus constantes erupciones, sirviendo de inspiración de numerosas leyendas e historias en torno a esta montaña. De hecho, las Tierras Altas tienen mucho peso en el folclore de la zona, que narra que en este lugar viven elfos, troles y gente escondida. Cuando se visita esta zona y se ven los paisajes casi irreales, no es difícil ver cómo han podido activar la imaginación de los antiguos pobladores.

En Fjallabak, los viajeros encontrarán un medio ambiente salvaje y sin alterar dividido en diferentes ecosistemas. Las zonas más al norte tienen cañones de toca y riscos cubiertos de musgo verde, mientras que en el sur se hallan los picos de riolita y los valles termales. Hay varios ríos que cruzan la reserva, creando humedales en torno a ellos. Cerca de las orillas hay plantas resistentes a las inclemencias meteorológicas, mientras que en el resto de la reserva apenas hay vegetación.

Las condiciones climáticas pueden llegar a ser bastante extremas y los inviernos son largos y duros. Por ello, es bastante complicado ver animales en las Tierras Altas, pero algunos han aprendido a adaptarse. Por ejemplo, es una de las zonas donde habita el zorro ártico, así como algunas aves que migran a la reserva en los meses de verano.

Como las condiciones fuera del verano son tan complicadas, solo se puede visitar la reserva entre junio y septiembre. Las carreteras que llevan a esta área son las famosas carreteras F, pistas de montaña que llevan a las Tierras Altas y otras zonas remotas. Son carreteras de tierra que se vuelven intransitables en invierno, lo que hace que las autoridades las cierren, así como otras carreteras secundarias cuando el tiempo es malo. Viajar hasta allí no es fácil incluso en verano. Es obligatorio llevar un vehículo todoterreno para ir a las Tierras Altas, así que tenlo en cuenta cuando alquiles la cámper. Eso también quiere decir que no conduzcas fuera de la carretera para no dañar la cámper y proteger el medio ambiente natural.

En general, Fjallabak se asoma a la historia geológica de Islandia, donde el fuego y el hielo han confeccionado un paisaje que es tan bonito como complicado.

hay un gran lago en medio de una montaña .

Qué ver y hacer en la reserva natural de Fjallabak

La reserva natural de Fjallabak ofrece rutas de senderismo como la circular Brennisteinsalda y el famoso sendero Laugavegur de 55 km entre Landmannalaugar y Þórsmörk. Destacan Landmannalaugar con sus baños termales y montañas de riolita, el cañón volcánico Eldgjá con la cascada Ófærufoss, el monte Mælifell cubierto de musgo y el volcán Hekla, uno de los más activos de Islandia. Es un destino ideal para disfrutar de paisajes volcánicos únicos y experiencias al aire libre.

La reserva es un área muy grande compuesta de diferentes ecosistemas, todos impresionantes. Dentro de la zona protegida hay una amplia red de senderos que permite a los visitantes descubrir cada rincón. Una de las mejores cosas que tiene la reserva es que no hay muchos turistas que vayan hasta allí, por lo que se puede disfrutar de una experiencia de inmersión completa. Hemos seleccionado algunos de los puntos fuertes de la reserva, pero hay muchísimo que ver.

Rutas de senderismo

Fjallabak es un paraíso para senderistas, con rutas de todos los niveles de dificultad y longitud variable. Uno de los más populares y sencillos es la ruta circular Brennisteinsalda, un circuito de siete kilómetros que atraviesa zonas de actividad geotérmica con fumarolas de azufre y tiene vistas espectaculares de las montañas de colores.

Dentro de la reserva natural de Fjallabak está la que posiblemente sea la ruta de senderismo más famosa e icónica de Islandia: el sendero Laugavegur. Se trata de un itinerario de 55 kilómetros que empieza en Landmannalaugar, una zona conocida por sus arroyos termales naturales y sus coloridas montañas de riolita. El camino serpentea por paisajes diversos hasta llegar a Þórsmörk, un valle verde que está fuera de la reserva. Se suele tardar entre tres y cuatro días en completarlo y hay cabañas de montaña y zonas de acampada por el camino para poder pasar la noche.

Estos son solo dos ejemplos de las muchas opciones que hay dentro de Fjallabak. También se puede contratar una excursión guiada para descubrir otras rutas que no son tan conocidas.

una persona con una mochila está de pie en la cima de una montaña.

Landmannalaugar

Como acabamos de mencionar, Landmannalaugar es el punto de partida del sendero Laugavegur. Pero no se reduce solo a eso. Es una de las zonas más famosas no solo de la reserva natural de Fjallabak, sino de todas las Tierras Altas. Mucha gente la usa como puerta de entrada a la reserva, ya que es espectacular y el acceso es relativamente sencillo.

Junto a la zona de aparcamiento están los baños termales de Landmannalaugar, donde se puede disfrutar de un baño termal mientras se contemplan las formaciones de riolita, con colores que van del verde al rosa.

El sendero Laugahraun también arranca ahí y lleva a través de un campo de lava del mismo nombre y vistas panorámicas.

Hay un camping junto al aparcamiento, aunque es bastante básico.

un río fluye a través de un campo herboso rodeado de montañas.

Cañón Eldgjá

Con una longitud total de casi 40 kilómetros, Eldgjá es una fisura volcánica que se formó hace mil años como resultado de una erupción gigantesca. Su nombre quiere decir “cañón de fuego” en islandés y es el cañón volcánico más grande del mundo. Eldgjá tiene una profundidad de hasta 270 metros y 600 metros en su punto más ancho.

Dentro del cañón hay una cascada que se llama Ófærufoss. Hay un sendero que va junto al borde del cañón hasta la cascada, con vistas a las capas de lava solidificada y el río glaciar que hay abajo.

Es un sendero de dificultad moderada, pero las vistas son alucinantes. Hay que tener en cuenta que la carretera F que lleva a esta parte de la reserva es bastante accidentada.

hay una cascada en medio de un valle .

Monte Mælifell

Este volcán cubierto de musgo es una de las vistas más sorprendentes de la reserva natural de Fjallabak. Su forma cónica perfecta, con un manto de musgo verde por encima, crea un contraste brutal con el desierto de arena negra que hay alrededor. Se eleva solo; el área que lo rodea es llana, como una pirámide solitaria de 791 metros de altitud. Es uno de los lugares más buscados por los fotógrafos, sobre todo en verano, que es cuando el color del musgo brilla con más intensidad.

una vista aérea de un volcán verde al atardecer.

Volcán Hekla

Uno de los volcanes más activos de Islandia. Hekla ha erupcionado más de 20 veces desde que se tienen registros. Es decir, desde que los primeros colonos llegaron a la isla, en el siglo IX. La última tuvo lugar en el año 2000. Aunque la cumbre está cubierta de nieve casi todo el año, los islandeses medievales lo llamaban la “puerta del infierno” por sus erupciones constantes.

una gran montaña cubierta de nieve en medio de un desierto.

Qué ver y hacer cera de la reserva natural de Fjallabak

La reserva natural de Fjallabak destaca por rutas de senderismo como Brennisteinsalda y el sendero Laugavegur, además de lugares icónicos como Landmannalaugar con sus baños termales, el cañón Eldgjá, el monte Mælifell cubierto de musgo y el volcán Hekla. Cerca de la reserva se pueden visitar Þórsmörk, un valle verde rodeado de campos de lava, y las cascadas Seljalandsfoss y Gljúfrabúi, esta última escondida dentro de un cañón. Es un destino ideal para explorar paisajes volcánicos, montañas de colores y caídas de agua espectaculares.

La reserva natural de Fjallabak, como ya hemos visto, es una colección de ecosistemas distintos e impresionantes que están esperando a que los descubras. Está, además, en plenas Tierras Altas, un área tan aislada como imponente. Y alrededor hay un poco de todo, sobre todo al sur de las Tierras Altas.

Þórsmörk (Thorsmork)

Recibe su nombre del dios nórdico Thor y se trata de un valle verde que parece sacado de una novela fantástica, rodeado de campos de lava negros. Es, también, el lugar donde termina el sendero Laugavegur, la ruta de senderismo más famosa de Islandia. Hay varios ríos que atraviesan el valle y hay un par de sitios en los que pasar la noche con la cámper.

una persona está sentada en la cima de una montaña con los pies hacia arriba.

Seljalandsfoss

Esta alta cascada es una de las más icónicas y visitadas del país. Situada en el sur de Islandia, cerca de la reserva, es una impresionante caída de 60 metros que crea un efecto arcoíris cuando luce el sol. Pero si hay algo que hace destacar a Seljalandsfoss es que tiene un camino que pasa por detrás de la cortina de agua, ofreciendo una perspectiva única. Está muy cerca de la Ring Road y es de muy fácil acceso.

una mujer está de pie frente a una cascada con los brazos extendidos .

Gljúfrabúi

A pocos metros de Seljalandsfoss podemos encontrar Gljúfrabúi, otra cascada. No es tan grande como su vecina, pero es preciosa. Está oculta dentro de un cañón y no se ve desde fuera. Hay que abrirse camino por un arroyo poco profundo para llegar. Al final hay una cámara con la cascada de 40 metros cayendo sobre rocas cubiertas de musgo. No es tan famosa como Seljalandsfoss, por lo que muchos turistas se la saltan, pero es una sorpresa maravillosa para todo aquel que dedique unos minutos más al hacer la parada y vea las dos.

una vista aérea de una cascada y un hombre de pie frente a ella.

Dónde dormir en la reserva natural de Fjallabak

En la reserva natural de Fjallabak no está permitida la acampada libre, pero hay varios campings y cabañas básicas para pernoctar. Destacan Landmannahellir con parcelas y cabañas junto a arroyos termales, Álftavatn y Hvannagil en el sendero Laugavegur, y Strútur en zona volcánica. También están Sveinstindur, un refugio restaurado, y el camping Langisjór, muy sencillo y rodeado de naturaleza virgen.

Acampar en las Tierras Altas es posible, pero es necesario ser autosuficiente. La acampada libre está prohibida en toda Islandia, pero hay varios campings en la zona que ofrecen parcelas para cámperes, aunque la mayoría son bastante básicos.

Landmannahellir

Este remoto camping se asienta en un valle volcánico y cuenta con parcelas para tiendas y cámperes con acceso a arroyos termales. Las instalaciones cuentan con aseos, ducha y zona de barbacoa. También tiene ocho cabañas que se pueden alquilar. Es genial para senderistas, ya que hay varias rutas que parten del camping.

Álftavatn

Se encuentra en el sendero Laugavegur, a mitad de camino, y tiene alojamiento en cabaña y zona de acampada. Está regentado por Ferðafélag Íslands (la Asociación de Turismo de Islandia, FÍ) y tiene dos cabañas grandes con capacidad para 72 personas en total. Cuenta con baños compartidos, zona para cocinar y agua caliente.

Cabaña Hvannagil

También junto al sendero Laugavegur y regentada por FÍ. Se trata de una cabaña de montaña bastante grande con dos dormitorios con literas. Hay una cabaña más pequeña fuera con aseos y duchas. También se puede pernoctar en la zona de acampada, que da acceso a las áreas y servicios comunes.

Cabaña Strútur

Este sitio es otra combinación de cabaña de montaña y zona de acampada. Tiene aseos, duchas, cocina compartida (con artilugios de cocina) y zona de barbacoa en el exterior. Está en medio de una impresionante área volcánica.

Sveinstindur

Esta cabaña es un refugio restaurado que servía para que los pastores se cobijasen si hacía mal tiempo. Se reconstruyó empleando el estilo arquitectónico tradicional islandés. Se puede dormir en la cabaña o en la zona de acampada que hay al lado, tanto en tienda como en cámper. Tiene aseos y un hornillo de gas para cocinar.

Camping Langisjór

Más que un camping es una zona en la que está permitido aparcar la cámper o levantar la tienda para pasar la noche. Las instalaciones son muy sencillas, solo hay aseos y agua corriente fría. No hay cabañas, electricidad ni casi nada más, solo naturaleza virgen y tranquilidad.

un grupo de tiendas está situado en un campo con montañas al fondo.

Dónde está la reserva natural de y cómo llegar

No es que sea precisamente fácil viajar hasta la reserva natural de Fjallabak. Como ya hemos comentado unas cuantas veces, esta área protegida se encuentra en la parte sur de las Tierras Altas de Islandia, una región aislada y remota. Llegar hasta allí es complicado, pero los paisajes que se disfrutan por el camino son parte de la aventura. Verás cómo se van sucediendo distintos lugares frente a ti, cada uno más imponente que el anterior.

La mejor manera de ir hasta allí es disponer de tu propio vehículo. No hay transporte público hasta la reserva. Algunas empresas ofrecen tours o excursiones a las Tierras Altas, pero es necesario seguir un horario ajustado y pueden llegar a ser bastante caros. Si alquilas una cámper tendrás libertad de movimiento para ir a distintas partes de la reserva, a tu ritmo, además de contar con un lugar en el que dormir y continuar descubriendo la región al día siguiente.

Vamos a explicarte la ruta hasta Landmannalaugar, que es la zona más accesible y la más habitual para entrar en la reserva. Si vienes desde Reikiavik, que es un punto de partida muy común en los viajes dentro de Islandia, empieza tomando la Ruta 1 (Ring Road) hacia el este. Tras 87 kilómetros, gira al norte a la Ruta 26 y continúa en ella durante otros 50 kilómetros. Coge la F225 hasta que veas el cruce con la F208. Desde ahí son cinco kilómetros hasta llegar a Landmannalaugar. Estas dos últimas carreteras, así como todas las que veas que empiezan por F, son carreteras F, y hay que ir con mucho cuidado por ellas. De hecho, es obligatorio usar un vehículo 4x4 para conducir por ellas, una cámper convencional no puede lidiar con este tipo de vía.

La distancia total desde la capital es de 180 kilómetros y se tarda unas tres horas. Solo se puede hacer este camino en los meses de verano; el tiempo hace que las carreteras F sean intransitables el resto del año. Aun en verano, comprueba siempre el estado de las carreteras para evitar sorpresas desagradables.

El tiempo en la reserva natural de Fjallabak

Como el clima en la región es bastante extremo durante buena parte del año, la reserva natural de Fjallabak está abierta únicamente en los meses de verano, normalmente entre junio y mediados de septiembre. En esta época, las carreteras F están libres de nieve y la mayoría de las carreteras del país están abiertas al tráfico. La temperatura media anual en Fjallabak es de 0 a 1 °C. Los inviernos son largos, desde noviembre hasta marzo, con una temperatura media de -6 °C y nieve abundante que obliga a cerrar los accesos.

En verano, el tiempo es suave, con una temperatura que oscila entre 5 y 15 °C. Sin embargo, el clima de Islandia es impredecible y cambia constantemente, por lo que hay que estar preparado para toda eventualidad. Puede cambiar de sol a lluvia, viento o niebla en cuestión de minutos. Si el viento viene del sur, casi seguro que llueve, si es viento norte, lo más normal es que sea más seco, pero también hay temperaturas más bajas.

un río fluyendo a través de un valle rodeado de montañas cubiertas de nieve.

Qué llevar en la maleta para ir a la reserva natural de Fjallabak

  • Botas de senderismo robustas con buena suela y agarre en el tobillo para lidiar con el terreno irregular.
  • Chaqueta y pantalones impermeables para la lluvia repentina.
  • Ropa a capas. El tiempo cambia tan rápidamente que la mejor manera de adaptarse a esos cambios es vestir con capas. Una capa base térmica, una transpirable para la intermedia y la capa exterior impermeable.
  • Gorro, guantes y bufanda para las noches frescas, incluso en verano.
  • Botella de agua reutilizable y comida. No hay tiendas en las Tierras Altas.
  • Mapa detallado o aparato de GPS. Hay zonas sin cobertura telefónica, así que no uses solo mapas online.
  • Crema solar y gafas de sol. El sol puede ser sorprendentemente fuerte en esta región.
  • Kit de primeros auxilios con elementos básicos como vendas o repelente de insectos.
  • Cargador portátil. La mayoría de los campings no tienen electricidad.
una mujer con una chaqueta azul y un sombrero amarillo

Consejos de viaje

  • Planifica tu visita en verano. Es prácticamente imposible ir a la reserva natural de Fjallabak el resto del año.
  • Llena el depósito y compra comida en ciudades como Selfoss o Hvolsvöllur antes de entrar en las Tierras Altas. No hay tiendas ni gasolineras.
  • Respeta el medio ambiente. No te salgas de los caminos y llévate contigo toda la basura que generes.
  • Algunas carreteras F tienen cruce de ríos. Comprueba la profundidad y no cruces a menos que estés seguro de que no hay peligro.
  • Si quieres quedarte en cabañas, reserva con antelación; algunas se llenan rápido.
  • Comprueba el tiempo a diario. La Oficina Meteorológica de Islandia tiene el pronóstico más acertado.
  • Si vas a hacer senderismo solo, informa a alguien de tu itinerario.

Conclusión

Islandia se ha convertido en un destino de viaje cada vez más popular. La razón principal es que aquí la naturaleza se muestra en todo su esplendor. El número de lugares distintos y sorprendentes que se pueden visitar es incomparable. Y hay regiones que tienen algunas de las mejores cosas que ver en el país. Una de ellas es la reserva natural de Fjallabak. Allí, los paisajes están pintados de colores preciosos y se pueden contemplar cascadas, desiertos volcánicos, montañas de colores, zonas termales y mucho más. Alquila una cámper 4x4, planifica tu ruta y prepárate para una aventura islandesa auténtica.

Preguntas frecuentes sobre la reserva natural de Fjallabak

No, imposible. Solo se puede entrar entre junio y septiembre, porque en invierno la nieve y el cierre de las carreteras F hacen que no haya forma de llegar.

No, no hace falta ningún permiso para caminar por allí. Lo único es que, si quieres dormir en cabañas o campings, sí que tienes que reservar con antelación a través de la Asociación de Turismo de Islandia (FÍ).

La fauna es escasa porque el clima es durísimo, pero con suerte puedes ver algún zorro ártico y varias especies de aves migratorias durante los meses de verano.

No, la acampada libre está prohibida. Solo se puede dormir en las zonas designadas: campings o cabañas. Así se protege el entorno, que es muy frágil.

Hay de todo. Por ejemplo, la ruta de Brennisteinsalda es corta y fácil-moderada, mientras que el famoso trekking de Laugavegur, de varios días, sí que exige buena forma física y estar bien preparado.

Sí, varias compañías organizan excursiones guiadas, normalmente en super jeeps o buses preparados para las F-roads. La pega es que tienen horarios fijos y suelen ser bastante más caros que ir por tu cuenta.