Una de las áreas más diversas de Islandia: El Parque Nacional de Snæfellsjökull
La diversidad de paisajes y elementos naturales que hay en Islandia no tiene comparación. Distintas fuerzas se han combinado para crear una tierra que es difícil de clasificar. Cada rincón de la isla es diferente, impresionante, y hay partes que no se parecen a nada que hayas podido ver antes.
Hay un rincón en el oeste de Islandia que muestra un poco de todo por lo que este país es famoso. La península de Snæfellsnes recibe el sobrenombre de “Islandia en miniatura” porque es una especie de reproducción a escala más pequeña del país, con volcanes cubiertos por glaciares, acantilados imponentes, agradables pueblos de pescadores, praderas verdes y cañones estrechos. Y no hay duda de que la estrella de esta región es el alucinante Parque Nacional de Snæfellsjökull.
Ven con nosotros a descubrir esta área protegida que es uno de los mejores destinos de todo el país. Vamos a explicar todo lo que hay que ver, así como lugares donde pasar la noche con tu cámper.
Información clave
- El Parque Nacional de Snæfellsjökull, en Islandia Occidental, es uno de los tres parques nacionales que hay en el país.
- Es el único parque nacional de Islandia con zonas terrestres y marinas.
- El parque toma su nombre del Snæfellsjökull, un volcán cubierto por un glaciar.
Acerca del Parque Nacional de Snæfellsjökull
El medioambiente de Islandia, impresionante y variado como pocos, se puede observar en prácticamente cada rincón del país. Sin embargo, hay ciertos lugares en los que la naturaleza se muestra de manera muy especial. El país tiene tres parques nacionales, donde los paisajes son aún más especiales. De los tres, el Parque Nacional de Snæfellsjökull es el único que tiene tanto zonas terrestres como marinas.
El parque se creó en 2001 y tiene una extensión de 170 kilómetros cuadrados en la punta más occidental de la península de Snæfellsnes, una lengua de tierra rodeada de agua en el oeste de Islandia. El elemento natural de mayor importancia del parque es el glaciar Snæfellsjökull, que da nombre al parque. El significado en islandés sería algo así como “glaciar de la montaña nevada”. Se trata de un estratovolcán de 1.446 metros de altitud coronado por un glaciar. El volcán está inactivo, pero tuvo mucha actividad en el pasado, siendo responsable de la orografía de esta región con sus erupciones e inundaciones glaciares, que sucedieron hace miles de años.
El glaciar puede verse desde casi cada rincón del parque. Bueno, en realidad se ve desde prácticamente cada punto de la península de Snæfellsnes. Su imponente presencia ha dado pie a incontables historias y leyendas, siendo la inspiración de cuentos acerca de elfos y troles, algo muy enraizado en la cultura islandesa. Uno de los elementos folclóricos asociados con la península de Snæfellsnes y el Parque Nacional de Snæfellsjökull es la historia de Bárður Snæfellsás, un ser mitad hombre, mitad trol, que se dice que protege la región y que vive en la montaña Snæfellsjökull.
La península de Snæfellsnes es una especie de microcosmos de lo mejor que hay que ver en Islandia. En un solo día puedes caminar sobre playas de color negro, asomarte al cráter de un volcán o recorrer pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido.
Es un destino fantástico para un viaje en cámper. El parque se disfruta mejor si se dispone de dos o tres días para explorarlo y así sumergirse por completo en todo lo que ofrece. El tamaño manejable del parque y sus carreteras en buen estado hacen que sea muy fácil recorrerlo a tu ritmo, parando donde te apetezca. Y, por suerte, hay varios campings en la península donde se puede ir con la cámper y pasar la noche. Es importante recordar que la acampada libre está prohibida no solo dentro del parque sino en toda Islandia.
Qué ver en el Parque Nacional de Snæfellsjökull
El parque tiene cientos de cosas que ver. Es imposible aburrirse.
Glaciar Snæfellsjökull
Como acabamos de explicar, es la joya del parque. El glaciar Snæfellsjökull se asienta sobre un volcán que lleva inactivo unos 2.000 años. Sus laderas, cubiertas de nieve, brillan bajo el sol y, en días claros, puede verse incluso desde Reikiavik, que está a más de 100 kilómetros de distancia. La montaña está rodeada de campos de lava, restos de la época en la que el volcán estaba activo, creando un paisaje tan bonito que parece irreal, salpicado por cráteres y cuevas de origen volcánico.
Hay visitas guiadas que llevan a caminar sobre el hielo, viendo las grietas y fisuras desde cerca. Los guías comparten información e historias asociadas con este lugar.
Además de los cuentos místicos y mitológicos acerca del glaciar Snæfellsjökull, esta montaña es, además, un lugar de fama literaria. Aquí es donde Julio Verne situó la entrada al mundo subterráneo en Viaje al centro de la Tierra.
Lóndrangar
En la costa sur, hay que ir a ver los acantilados de Lóndrangar. Su elemento principal son dos enormes columnas de basalto que se elevan desde el mar. Son los restos de un antiguo cráter que se ha ido erosionando por la acción del mar y el viento. La más alta de las dos tiene una altura de 75 metros, mientras que la otra mide 61. Esta parte del parque también tiene su toque de folclore, ya que se dice que son dos troles que fueron sorprendidos por el sol y transformados en piedra.
Los acantilados son un lugar muy bueno para ver aves, con millares de frailecillos y fulmares que anidan allí en verano. Hay una zona de aparcamiento que está conectada con los acantilados mediante un camino corto que lleva a distintos miradores. Desde ellos se pueden ver las olas chocando con las rocas.
Playa de Djúpalónssandur
Esta playa de guijarros negros, rodeada de formaciones de lava, parece sacada de otro planeta. Aparte de su belleza, en esta playa ocurrió un suceso histórico. En 1948, un remolcador británico naufragó aquí y partes del barco acabaron sobre las piedras de Djúpalónssandur. Los restos siguen ahí, esparcidos sobre la playa. También hay un sendero que lleva desde la playa a los acantilados de Dritvík, que tiene unas vistas estupendas.
Este lugar también tiene conexión con la cultura de la fuerza, que está muy enraizada en Islandia. Mientras paseas por la orilla verás cuatro piedras de gran tamaño. Tradicionalmente, estas piedras se usaban para medir la fuerza de los pescadores y cada una representa un nivel de dificultad. Muchos visitantes tratan de levantarlas.
Cueva Vatnshellir
Formada hace 8.000 años durante una erupción volcánica, la cueva Vatnshellir es un tubo de lava de 200 metros cerca de Malarrif. Hay visitas guiadas por unos 40 euros, que llevan 35 metros bajo el suelo, donde las estalactitas y otras formaciones volcánicas brillan con la luz. Te recomiendo reservar estos tours con antelación, ya que se suelen llenar pronto.
Arnarstapi y Hellnar
Estos dos pueblos de pescadores, muy cerca el uno del otro, son el mejor ejemplo del lado humano y cultural del Parque Nacional de Snæfellsjökull. En su día fueron ajetreados puertos pesqueros, pero en la actualidad son lugares tranquilos, que, al mismo tiempo, son ejemplos muy buenos de la fuerte conexión entre Islandia y el mar.
Los acantilados de Arnarstapi son impresionantes, con el icónico Gatklettur, un arco natural de roca, frente a ellos. Hay un sendero de 2,5 kilómetros que une ambos pueblos. Va pegado al borde de los acantilados, pasando junto a colonias de aves marinas y campos de lava. No te pierdas la estatua de Bárður Snæfellsás que hay en Arnarstapi, junto al inicio del camino.
Garganta Rauðfeldsgjá
Cerca de Arnarstapi se encuentra Rauðfeldsgjá, una garganta estrecha que se abre en la ladera de una montaña como una cicatriz. La entrada tiene apenas un metro de ancho y es difícil verla desde lejos, lo que hace que parezca la puerta a un mundo oculto. Hay un arroyo poco profundo que va por la base, rodeado de paredes rocosas cubiertas de musgo verde y mullido. Al final se abre una cámara donde hay una pequeña cascada que cae sobre las rocas.
Búðakirkja
La iglesia de madera negra de Búðakirkja, construida en 1848, se eleva en medio del campo de lava de Búðahraun. Es bastante sencilla, pero es un gran ejemplo de arquitectura tradicional islandesa. El contraste entre el color de la iglesia y los campos verdes es precioso.
Montaña Kirkjufell
Justo fuera de los límites del parque, al lado de la ciudad de Grundarfjörður, Kirkjufell, que significa “montaña iglesia”, es la montaña más fotografiada de Islandia. Se eleva 463 metros y su silueta esbelta de punta de flecha se asemeja a la aguja de una iglesia o al sombrero de una bruja. Parece sacada de una novela fantástica. De hecho, aparece en la serie de televisión Juego de Tronos. Hay una cascada muy bonita al lado que se llama Kirkjufellsfoss.
Qué hacer en el Parque Nacional de Snæfellsjökull y alrededores
Además de los muchos monumentos naturales que hay dentro del Parque Nacional de Snæfellsjökull, también hay varias actividades que se pueden realizar mientras se visita la región.
Senderismo
El Parque Nacional de Snæfellsjökull tiene una extensa red de senderos. Los hay de distintos niveles de dificultad. Uno, por ejemplo, es el tranquilo paseo que hay entre Arnarstapi y Hellnar, con vistas de la costa y muchas probabilidades de ver aves marinas. Si te apetece algo más exigente, puedes hacer una ruta al propio Snæfellsjökull. Es una subida dura, pero recompensa con vistas espectaculares.
Acércate por el centro de visitantes del Parque Nacional de Snæfellsjökull en Malarrif para informarte acerca de las distintas rutas que existen, así como del estado de los senderos.
Avistamiento de ballenas desde Ólafsvík
Muchos viajeros vienen a Islandia con la esperanza de ver ballenas y existen muy buenas oportunidades de hacerlo dentro del Parque Nacional de Snæfellsjökull. Ólafsvík, un pueblo pesquero en la orilla norte del parque, es uno de los centros más importantes del país para realizar esta actividad. Muchas empresas ofrecen tours en barco desde el puerto del pueblo para ver orcas, ballenas jorobadas y ballenas Minke. En verano, de mayo a septiembre, suele haber mares tranquilos y avistamientos de manera habitual. Ver la cola de una ballena en el mar desde cerca es un recuerdo que te acompañará para siempre.
Avistamiento de aves
Los acantilados del parque están llenos de aves marinas, especialmente en verano. Arnarstapi y Lóndrangar son sitios muy buenos para ver frailecillos, gaviotas y araos. La mayoría de estas especies vienen en verano a anidar. Trae prismáticos para verlos de cerca a la par que mantienes una distancia respetuosa con los animales.
Focas en la playa de Ytri-Tunga
Esta playa de arena dorada, algo poco común en Islandia, está fuera del parque, pero muy cerca. De hecho, si tienes pensado ir al parque desde el sur, como por ejemplo desde Reikiavik, se pasa muy cerca de este lugar. Ytri-Tunga alberga una de las colonias de focas de mayor tamaño de Islandia. Suele ser habitual ver focas comunes tomando el sol sobre las rocas o nadando en el agua, pero también hay opciones de ver focas grises. Es obligatorio mantener una distancia de 50 metros con los animales para no molestarlos.
Fotografía
Si te gusta la fotografía, el Parque Nacional de Snæfellsjökull es una especie de estudio al aire libre. Siempre hay algo que merece la pena ser inmortalizado, mires hacia donde mires. El monte Snæfellsjökull es un fondo espectacular para las fotos. Hacer fotos aquí va más allá de plasmar imágenes, es intentar capturar el espíritu de esta tierra. Cada disparo es una historia.
Dónde dormir en el Parque Nacional de Snæfellsjökull y alrededores
Si no vas con mucha prisa, te recomiendo pasar más de un día explorando el parque y los alrededores, y dormir por la zona. Estos son los mejores campings donde quedarse.
Camping Hellissandur
Abierto: de abril a septiembre.
Este camping, a las afueras del pueblo de Hellissandur, está junto al hermoso campo de lava de Sandahraun. Tiene instalaciones en buen estado, con duchas, aseos, electricidad, wifi, piscina y zona de juegos para niños. Su ubicación, cerca de los senderos del norte del parque y del colorido arte callejero del pueblo de Rif, hace de este camping una opción muy buena.
Camping de Ólafsvík
Abierto: de junio a agosto.
Junto a Ólafsvík, este camping está cerca del puerto, desde donde parten los tours de avistamiento de ballenas. Su cercanía al centro da acceso a tiendas, restaurantes y otros servicios. Tiene parcelas de césped para tiendas y campers, duchas, aseos, wifi, electricidad y zona de juegos para niños.
Camping de Arnarstapi
Abierto: de mayo a septiembre.
El camping de Arnarstapi, cerca de los icónicos acantilados, está en un sitio muy bonito, próximo al centro del pueblo y con el glaciar Snæfellsjökull a la espalda. El camping tiene duchas, aseos, wifi, electricidad y fregaderos para los platos. También dispone de 13 cabañas con espacio para dos adultos y un niño si buscas algo más de comodidad. También tiene wifi gratis. No es muy grande, así que es mejor reservar con antelación, sobre todo en temporada alta.
Camping de Grundarfjörður
Abierto: Todo el año, pero con servicios reducidos en invierno.
Este camping está en Grundarfjörður, el pueblo que está más cerca de la icónica Kirkjufell. Es un camping sencillo pero bien mantenido, con aseos, duchas, cocina y electricidad. Los restaurantes, supermercado, gasolinera y piscina del pueblo están tan solo a un par de minutos a pie.
Camping de Stykkishólmur
Abierto: Mayo a octubre.
De los cinco campings que hemos detallado, este es el que está más lejos del parque nacional, pero a menos de una hora de viaje en la cámper. Es bastante grande, con parcelas para tiendas y campers, e instalaciones como aseos, duchas, electricidad y lavadora. Hay un campo de golf de nueve hoyos justo al lado en el que se pueden alquilar los palos.
Dónde está el Parque Nacional de Snæfellsjökull y cómo llegar
Como ya hemos mencionado un par de veces antes, el Parque Nacional de Snæfellsjökull se encuentra en la parte más al oeste de la península de Snæfellsnes, en Islandia Occidental. Hay varios puntos de entrada al parque, pero está a unos 200 kilómetros de Reikiavik por carretera. La mejor manera de llegar es alquilando una cámper. Así tendrás libertad para confeccionar un itinerario que te convenga, parando por el camino y durmiendo en uno de los campings que hemos puesto antes en la lista.
Para llegar al parque desde la capital, empieza tomando la Ring Road (Ruta 1) hacia el norte. Una vez que hayas pasado por la ciudad de Borgarnes, gira a la izquierda hacia la Ruta 54, que lleva y rodea la península de Snæfellsnes. Continúa durante unos 100 kilómetros y después incorpórate a la Ruta 574, que lleva a sitios como Malarrif o Djúpalónssandur. Todas las carreteras están asfaltadas y en buenas condiciones, pero hay que conducir con cuidado en invierno. No hay apenas gasolineras en el parque, así que llena el depósito antes de adentrarte en él, en sitios como Borgarnes o Grundarfjörður.
El clima en el Parque Nacional de Snæfellsjökull
En la península de Snæfellsnes, el clima no es tan frío como en otras partes del país. Sin embargo, su ubicación, expuesta al mar, hace que llueva más y haga más viento que en otras regiones. Y no solo eso, sino que el tiempo cambia constantemente y se puede pasar por las cuatro estaciones en un mismo día.
Primavera (abril y mayo)
Tras el duro invierno, la primavera trae una temperatura entre 0 y 7°C, con lluvia y viento de manera habitual. Aún queda nieve cubriendo algunas partes del parque, sobre todo en las primeras semanas. Los días se alargan con el paso de las semanas, dando más tiempo para explorar todo lo que hay en el parque.
Verano (junio a agosto)
Es, de manera objetiva, la mejor estación en cuanto a clima. Las temperaturas son suaves, con una media de entre 8 y 15°C. A finales de junio, el sol prácticamente no se pone, lo que crea una atmósfera ideal para hacer senderismo por el glaciar o hacer fotos. Siempre hay probabilidades de chubascos repentinos y rachas de viento que pueden ser fuertes, pero el tiempo es, por lo general, favorable. Por otro lado, es temporada alta, así que es cuando más gente hay en el parque.
Otoño (septiembre y octubre)
En otoño, la temperatura va bajando gradualmente, moviéndose entre 2 y 10°C. El campo empieza a cambiar de color, pero las tormentas pueden aparecer de repente. Puede que lleguen los primeros días de nieve a mediados de octubre, pero es la época en que la Aurora Boreal empieza a verse.
Invierno (noviembre a marzo)
Los inviernos no son fáciles en Islandia y el Parque Nacional de Snæfellsjökull no es una excepción. La temperatura suele estar entre -5 y 3°C y la nieve cubre el parque. Es una imagen preciosa, pero puede ser complicado conducir. Algunas carreteras cierran si el tiempo es muy malo. Pocos campings permanecen abiertos, así que hay que planificar el viaje con cuidado.
Consejos de viaje
- Reserva los campings con antelación. Algunos de los campings de la región son pequeños y se llenan en verano. Puedes usar la app Parka para asegurarte un hueco, ya que presentarse sin reservar puede ser arriesgado.
- Haz la maleta para todo tipo de climas. Como el tiempo cambia tanto, es esencial prepararse para cualquier eventualidad. Trae chaqueta impermeable, botas de senderismo y capas cálidas. Mira el pronóstico del tiempo con asiduidad para ir un paso por delante.
- Respeta el medioambiente. El Parque Nacional de Snæfellsjökull es una zona natural protegida y todos tenemos que poner de nuestra parte para mantenerlo en las mejores condiciones. Sigue las normas, no te salgas de los caminos marcados y llévate contigo toda la basura que generes.
- Conectividad. Algunas zonas dentro del parque pueden tener poca cobertura telefónica o, directamente, ninguna. Descárgate mapas para usar sin conexión o compra un mapa en papel. Usar un GPS puede ser una buena idea.
- Reabastécete. Solo hay tiendas y gasolineras en algunos pueblos, así que llena el depósito y compra lo que vayas a necesitar antes de entrar en el parque.
- Reserva los tours previamente. Los tours al glaciar o visitas guiadas a sitios como Vatnshellir se llenan rápido. Reserva online para no quedarte sin sitio.
- La acampada libre está prohibida. Es ilegal en toda Islandia. Duerme siempre en campings para evitar multas y ayudar a proteger el frágil ecosistema.
- Conduce con cuidado. El clima tiene una gran influencia en las carreteras. Mira el estado de las mismas antes de salir para cambiar la ruta si es necesario.
Conclusión
No hay muchos lugares que ofrezcan tanto en tan poca extensión. El Parque Nacional de Snæfellsjökull tiene un poco de todo lo mejor que hay en Islandia y está esperando a que lo descubras. Es el lugar ideal para conectar con una tierra que es sorprendente y única. Alquila una cámper, elige dónde vas a dormir y prepárate para una experiencia que te acompañará para siempre.